El matrimonio no es como el demonio

Seguimos en el mes del amor, y por lo tanto seguimos con temas relacionados a este bello sentimiento. El tema de esta semana es: “El matrimonio no es como el demonio”.

He escogido este tema, ya que cuando era pequeño había un programa cómico que mis padres acostumbraban ver que tenía una sección llamada: “El matrimonio es como el demonio”. Desde muy pequeño pude ver como estaba distorsionado el valor genuino del matrimonio. La verdad es que como lo mencioné en la entrega anterior el mundo le llama bueno a lo malo y afirma que lo malo es bueno. Esto es lamentable, es por este motivo que yo afirmo que “El matrimonio no es como el demonio”.

Yo puedo decir que el matrimonio es algo maravilloso, ya que por un lado estoy experimentando la vida de casado y por otro lado porque el manual de la vida lo afirma. Lamentablemente hay muchas personas que creen que el matrimonio es un gran evento social y todo lo que buscan es la súper fiesta. Por otro lado hay algunas personas que ven al matrimonio como una tabla de salvación, en lo económico o debido a un embarazo no deseado. Para otros es simplemente un difícil paso que hay que dar. La verdad es otra, el matrimonio es una relación singular entre un hombre y una mujer.

Esta relación singular es al mismo tiempo maravillosa, ya que fue nuestro mismo CREADOR el que la instituyó desde los inicios. Vemos en el primer libro de las Escrituras que DIOS incluso manda al hombre a que deje padre y madre para unirse a una mujer en esta relación espléndida (Génesis 18-24 http://www.biblegateway.com/passage/?search=gen%202:18-24&version=NVI ). Además también se nos dice en el sabio libro de los Proverbios que  debemos de “¡Gozarnos con la esposa de nuestra juventud!” (http://www.biblegateway.com/passage/?search=proverbios%205.18-19&version=NVI) . En fin, luego en el Nuevo Pacto se nos invita a los esposos a amar a nuestras esposas y a ellas a respetarnos. El punto es que el matrimonio ni por cerca se parece al demonio como nos quieren hacer creer, al contrario, es el lugar dónde encontraremos felicidad, intimidad, amistad, compañerismos, apoyo, ánimo, ayuda, amor, etc.

Creo fielmente que debemos de ser la generación que muestre que no está pasado de moda respetar el matrimonio y disfrutarlo.  Debemos demostrar que sí se puede convivir con una persona diferente a uno en muchos aspectos, pero a la cual se ama y se entiende. Además que el matrimonio en sí no debe buscar solamente o primordialmente el bienestar de la pareja, sino más bien la gloria de DIOS.

Yo pienso que el matrimonio hoy en día ha perdido el rumbo porque nosotros como sociedad e individuos hemos perdido el rumbo de nuestra vida. Hemos caído en los obstáculos y trampas que hay en el camino de nuestra vida. Todo esto yo lo veo como una consecuencia de la ausencia de DIOS y de sus valiosos principios de vida en nosotros. Nos hemos olvidado de perdonar, de amar, de aceptar, de ayudar, de respetar, y de todos estos principios que los encontramos en las Escrituras y que nos ayudan en nuestro difícil camino de la vida en el que estamos.

No me mal interpreten, no he dicho que el matrimonio sea fácil, lo que he querido plasmar en estas palabras es que el matrimonio es maravilloso; y más aún cuando se está junto a una persona que ama por sobre todas las cosas a DIOS. Nunca es tarde para poder cambiar tu manera de  ver el matrimonio, no importa si tú viste un mal ejemplo en tus padres o si tú mismo has tenido malas experiencias, no te des por vencido.

Espero que haya mucho allá afuera como yo que quieran mostrar que el matrimonio es fenomenal y que en la Escrituras podemos encontrar los principios necesarios para poder disfrutarlo al máximo y convertir así nuestra experiencia en un dulce tiempo en nuestro camino.

¿Qué opinan ustedes?